Hospital San Pablo, 2006. [Foto: El Universal] |
LOS TÍSICOS Y LOS POTROSOS
Por: Carlos Crismatt Mouthon
Cuando rayaban los años 50 del siglo pasado, Cartagena era afectada por dos enfermedades con los nombres particulares de 'tísis' y 'potra'.
La 'tísis' es la misma tuberculosis pulmonar, una enfermedad producida por una bacteria conocida como 'Mycobacterium tuberculosis', pero que además se le llama 'bacilo de Koch' por el apellido del médico y bacteriólogo Robert Heinrich Hermann Koch, quien la descubrió.
Las pésimas condiciones sanitarias de la ciudad desde la colonia por la ausencia de agua potable y alcantarillado sanitario, así como las bajas defensas por desnutrición, hicieron que fuera caldo de cultivo para esta enfermedad. Por ello, era casi que normal observar a personas con los síntomas clásicos de fiebre y tos crónica con flema sanguinolenta, acompañadas de sudoración nocturna y pérdida notoria de peso. Y lo peor era que se trasmitía con el aire expulsado durante la tos, al hablar, al cantar o al escupir.
Ello hizo necesaria la construcción del Hospital San Pablo en Zaragocilla, que fue inaugurado en 1952 bajo el gobierno de Roberto Urdaneta Arbeláez. Un grupo de personas, entre ellas las Hermanas Vicentinas, se hicieron cargo del tratamiento del alto número de pacientes que tenía la ciudad. Y por sus ejecutorias se recuerdan especialmente los nombres del médico Guillermo Valencia Abdala, su director, y de la administradora Betty Martínez de Aparicio.
'Wuchereria bancrofti', el causante de la 'potra'. [Foto: Wikipedia] |
Los jóvenes de la época tenemos dos recuerdos de esta terrible enfermedad. Uno era la llamada 'tuberculina', que era una prueba que se hacía con la inyección subcutánea en el antebrazo de un antígeno de 'Mycobacterium tuberculosis' para determinar si la persona había tenido contacto con la bacteria. Y otro era la vacuna de la tuberculosis, que muchos recibimos en la espalda y posteriormente se aplicó en el hombro izquierdo, dejando una pequeña marca redondeada. Esta se llama 'BCG' por ser la abreviatura de "Bacilo Calmette-Guerin", una bacteria tuberculosa de origen bovino con poca virulencia.
La otra enfermedad era causada por la 'Wuchereria bancrofti', un nemátodo importado del África que vivía en las aguas sin tratar y que produce la 'filariasis', más conocida en Cartagena como 'potra'. Su principal síntoma era el crecimiento exagerado de los testículos -cuyas víctimas eran conocidas como 'potrosos'- y a veces de las extremidades inferiores, en una forma de 'elefantiasis'.
Debido al uso de aljibes y pozos, este gusano se desarrollaba a su antojo y tenía como huéspedes intermediarios a los mosquitos de las especies 'Aedes', 'Anopheles' y 'Culex', las cuales introducían las larvas en el hombre. Éstas se dirigían a su vez por el aparato circulatorio al sistema linfático de la ingle y los genitales, en donde lentamente se formaba la hinchazón hasta llegar al engrosamiento de los tejidos. Este problema se acabó cuando se inauguró el acueducto de Matute y la ciudad dejó de usar los aljibes y pozos para el almacenamiento y consumo del agua.
De este episodio se recuerdan hasta profesores que fueron afectados por la 'potra' y que para ocultar a la vista la protuberancia de sus partes íntimas usaban un periódico, un abanico y hasta el recurso de pantalones bien anchos.
Además, durante los primeros tiempos del béisbol profesional, mientras los cartageneros le decían a los barranquilleros 'come lisa' -referente a un pez de agua dulce que consumen con bollo de yuca-, los barranquilleros ripostaban con el mote de 'potrosos'.