El ron Tres Esquinas fue el mejor producto de la Industria Licorera de BolÃvar como evolución del ron blanco, también llamado popular, 'BolÃvar parao', 'tornillo' y 'gordolobo'. |
LOS PASANTES DEL TRAGO
Por: Carlos Crismatt Mouthon
En los tiempos del medio siglo XX, el tomar licores era una ceremonia completa que incluía los pasantes, es decir un acompañante que suavizara el fuerte sabor de los destilados alcohólicos de esa época.
Antes del siglo pasado, la industria de la destilación de aguardiente de caña era realizada por particulares en las diferentes provincias, bajo la lupa del gobierno que cobraba sus impuestos. Cuando se pasó el monopolio de los licores a los departamentos, en el nuestro se creó la Industria Licorera de Bolívar, cuyos productos eran los anises de coco y naranja, reconocidos por sus botellas gruesas y labradas que después servían para tareas hogareñas tal como rociar agua sobre la ropa para planchar.
Más tarde, comenzó a destilarse el ron popular -sin agregarle anís-, que fue llamado 'Bolívar parao' por su etiqueta con la efigie del Libertador de pie y con la espada en alto. Después lo envasaron en una botella que por la forma en espiral del cuello se conoció popularmente como 'ron tornillo' y que se protegía con un cucurucho de estera.
Etiqueta de la ginebra Gordon's en donde se aprecia el dibujo de un jabalí que las gentes de Atlántico y Bolívar decían que era un lobo. Por ello al comparar el ron blanco con esta bebida lo llamaron 'gordolobo'. |
En la costa Caribe la licorera del Atlántico también producía ron blanco, y por coincidencia las gentes en ambos departamentos también les llamaban 'gordolobo'. Dice la tradición oral que tal nombre se derivó del parecido del líquido con la ginebra Gordon's que tenía en la etiqueta un animal parecido a un lobo, lo que se apocopó en 'gordo-lobo'.
De otro lado, algunos particulares siguieron fabricando el llamado 'ñeque' o 'chirrinche' -este último vocablo llegado de la Guajira-, que era un ron preparado clandestinamente en alambiques de cobre y que se conseguía fácilmente -entre otros- en la peluquería de 'Ojito' en San Diego.
De igual forma, la Industria de Licores de Antioquia comenzaba su ofensiva de llevar su aguardiente tradicional a otras regiones del país, que es anisado al igual que los de otros departamentos del interior.
Por ello, se deben dividir los pasantes en dos grupos. Para el caso de los aguardientes -los anisados de Bolívar y el de Antioquia- se utilizaban para acompañar cada trago la leche hervida -en esos tiempos no había leches pasteurizadas, ni larga vida-, y trocitos de tomate, cuadritos de queso costeño y aros de cebolla morada cruda -la cebolla blanca no estaba en el panorama -, bañados con limón o vinagre.
El coco biche fue el pasante por excelencia para el ron blanco, tambié llamado 'popular', 'Bolívar parao', 'tornillo' o 'gordolobo'. [Foto: Wikipedia] |
Otros imitaban la pizca de sal en el pliegue de la unión de los dedos índice y pulgar con que se tomaba el tequila en las películas mexicanas. Y el más común de los pasantes, que eran los trozos de limones cortados con cáscara.
Aquí un paréntesis para comentar la extrañeza que se manifiesta al contar sobre el uso de la leche como pasante del aguardiente, pero es muy conocida una mezcla de whiskey irlandés con crema de leche llamada 'Baileys Irish Cream'. Igualmente, es muy antigua la fabricación de los 'ponches' a base de ron, leche, huevo y azúcar.
Para el ron blanco -y más adelante en el tiempo para su sucesor, el ron Tres Esquinas-, el coco era el acompañante obligado. Una forma era mezclar una botella de licor con un cuarto de agua de coco biche y guardarlo en la nevera para comenzar a tomarlo frío. Y otra era cortar en cuadritos la carne del coco para masticarlos después de tomado el trago.
De estas formas básicas fueron apareciendo otras menos comunes. Por ejemplo, algunos le echaban al ron pastillas de 'chiclets' de menta, el cual dejaban que se diluyera durante un buen tiempo tanto para darle un sabor más suave al trago como para tratar de evitar el tufo a ron. En esta misma línea estaban los que le echaban bolitas de tamarindo, o solamente su fruto descascarado.
Hubo también quienes mezclaban el ron blanco con Coca-Cola y hielo y le ponían una rodaja de limón en el borde del vaso, lo que se conocía como 'Cuba Libre'. Otros simplemente utilizaban las bebidas cremasoda y naranja de la fábrica de gaseosas Román para pasar la bebida. Y, además, estaban quienes también hacían limonadas para el mismo fin.
Tampoco faltaron los que se aprovisionaban de mamones, ciruelas biches, corozos, trocitos de piña y cuadritos de mangos verdes.
Se dirá que hubo exageración en el uso de los pasantes, pero la verdad era que los licores eran tan fuertes que en las reuniones las mujeres gozaban con la cara que ponían quienes se tomaban el primer trago de la jornada. Claro, que a medida que el alcohol hacía su efecto se iban olvidando de los pasantes y golpeaban con mayor rapidez en la mesa para que se sirviera la siguiente ronda.