Puente Román que une los barrios de Getsemanà y Manga. |
LOS PUENTES DE MANGA
Por: Carlos Crismatt Mouthon
La necesidad de expansión de la ciudad vieja tuvo un primer capítulo con la urbanización de la isla de Manga y la construcción del puente Román, que la unió a Getsemaní.
Su primer desarrollo estuvo impulsado por don Dionisio Jiménez, quien utilizó los servicios de Luis Felipe Jaspe para su trazado -conocido en la historia de Cartagena por sus diseños de la Torre del Reloj, el Paseo de los Mártires , el parque del Centenario, los parques de Bolívar y Fernández de Madrid, el mercado público de Getsemaní, entre otros-.
La exuberante vegetación proporciona aún hoy una sensación de frescura y sus antiguas casas son consideradas obras del patrimonio arquitectónico de Cartagena -tal como la promocionada casa Román-, que son de estilo republicano y algunas con evocaciones árabes.
Manga está rodeada de las aguas de la bahía de Cartagena, de la laguna de San Lázaro -entre los puentes Román y Las Palmas-, del caño de Bazurto -entre los puentes Las Palmas y Jiménez-, y de la ciénaga de Las Quintas -entre los puentes Jiménez y Bazurto-.
En resumen, la isla de Manga tiene cuatro puentes: el puente Román que la une con la ciudad amurallada, el puente Las Palmas con el Pie del Cerro -en referencia al Cerro de San Lázaro sobre el que se construyó el Castillo de San Felipe-, el puente Jiménez con el Pie de la Popa y el puente de Bazurto con El Bosque.