El 'Lazo Tejano'.[Foto: Wikipedia] |
EL 'LAZO TEJANO'
Por: Carlos Crismatt Mouthon
A finales de los 50 y comienzos de los 60 del siglo pasado, la juventud moderna de entonces -bautizada como los 'cocacolos'- utilizaron en su vestimenta un especie de corbata 'light' conocida como 'lazo tejano', que se elaboraba con un cordón de fibras entorchadas de algodón o una tira de cuero tratado, al cual se le ponían unos remaches metálicos en las puntas y una 'corredera' redondeada u ovalada -igualmente de metal-, con un grabado en su parte frontal y con dos agujeros en su parte posterior por los que se insertaban las dos puntas para ajustarla.
Para lucirla, se pasaba por dentro del cuello de la camisa y su longitud debía permitir que las dos puntas llegaran por debajo de la parte inferior del esternón, y luego el adorno se rodaba hacia hasta llevarlo a la altura del cuello, en donde normalmente quedaría el nudo de una corbata.
Lo más llamativo era la 'corredera' metálica, que algunos los mandaban a hacer de plata y con figuras labradas al estilo de las que se utilizaban en las 'esclavas' -las pulseras de plata para hombres-, y eran tan vaqueras como la cabeza de un toro o tan 'rockeras' como las calaveras con huesos cruzados -el 'rock and roll' estaba en su furor con 'Bill Haley y sus Cometas' y su gran éxito 'Rock Around The Clock' de 1955-.
La 'corredera' también era llamada 'broche', 'deslizadero', 'prendedero', y 'cierre'. Había extremos en los diseños, ya que mientras que algunos les llevaban monedas de oro o plata a sus joyeros para transformarlas, la 'pelaera' por su lado usaba los cordones de los zapatos y les adaptaban las tapas de gaseosas de Coca-Cola, Pepsi Cola y Kola Román.
Las puntas metálicas también daban su aporte a la belleza y elegancia del lazo. Por lo general se hacían también de plata, con una extensión de hasta 5 centímetros, finamente labradas con figuras geométricas o simulando un hilo en espiral, las que eran rematadas por bolitas o lagrimas.
Hay que anotar que en ese tiempo el plástico sintético era escaso y reservado para algunos procesos industriales especiales -como la bakelita para enchufes eléctricos y carcasas de radio y teléfono-, por lo que no se usaba como hoy para hacer hilos y bolsas, entre otros. Por ello, las fibras para hacer hilos y telas eran de origen vegetal -algodón y lino- y animal -pelos y seda-, mientras que los aditamentos para uso personal eran confeccionados principalmente en oro, plata, cuero, hueso y marfil.
El 'lazo tejano' se remonta a las culturas indígenas de los Estados Unidos, que las hacían con tiras de cuero y adornos de hueso tallado, que provenían del bisonte o búfalo americano -nada que ver con el búfalo asiático-. Posteriormente lo usaron los colonizadores de los territorios del oeste, entre ellos los del estado de Texas, de donde proviene el nombre con que lo conocimos en esos tiempos.
Recordemos que Texas nos culturizó también con sus botas, chalecos, sombreros y cinturones de cuero, especialmente estos últimos con sus hebillas metálicas hermosamente labradas.
Su nombre es variado, ya que se le llama también 'corbata de lazo tejana', 'corbatín de lazo tejano', 'corbata de cordón', 'lazo de cordón' y 'corbata de bolo' -este último por su parecido a la 'boleadora' de los gauchos de las pampas del Cono Sur-.
Su adopción entre nosotros se debió a las películas de vaqueros de origen norteamericano en donde algunos 'sheriffs' las lucían, así como su uso por parte de muchos personajes icónicos de los primeros años del 'rock and roll' que se veían en el cine y en las revistas de la época. Pero fue un fenómeno pasajero, que no se ha repetido en forma masiva.