El famoso cangrejo azul de las costas de Cartagena de Indias. |
EL CANGREJO AZUL
Por: Carlos Crismatt Mouthon
El cangrejo azul es uno de los símbolos de Cartagena de Indias, por lo que tiene su propia escultura en el barrio de Crespo, que fue elaborada por el maestro Héctor Lombana, el mismo de Los Pegasos.
Este monumento fue colocado inicialmente a la entrada del barrio, en donde confluían las vías del Centro y de Canapote, pero con los diferentes cambios fue trasladado a varios sitios hasta que ahora quedó perdido entre el follaje del separador de la Avenida de Las Américas.
En Crespo también funcionó durante muchos años el Club de Los Cangrejos, a la orilla del mar. Contaba con un estadio de softbol en el que se desarrollaron durante muchos años diferentes torneos locales. Después fue vendido y cambió de nombre a Club de Profesionales.
De acuerdo con los historiadores, esta tierra se llamaba 'Kalamarí' en honor al cangrejo, que en la lengua indígena Caribe era 'kalamar'. Además, dentro del imaginario popular el cangrejo está relacionado con la eternidad, por lo se habla de la 'inmortalidad del cangrejo'. Y su particular forma de caminar, se asocia con la regresión de las cosas: 'para atrás como el cangrejo'.
El desaparecido monumento al cangrejo azul en el barrio de Crespo. |
Esta especie endémica en las costas que van desde Cartagena hasta Galerazamba, protagoniza a mitad año la llamada "marcha del amor" en la que los machos salen con todas sus galas en busca de las hembras para su apareamiento.
Era tal la abundancia del cangrejo azul a mediados del siglo pasado, que era normal que los machos con sus grandes 'muelas' -que también se llaman pinzas, quelas o tenazas- llegaran hasta las puertas de las casas de Crespo, y si encontraban las puertas abiertas entraban a las viviendas y por supuesto asustaban a sus habitantes.
Esta cosecha anual era aprovechada por los pescadores para recolectar grandes cantidades de estos crustáceos, que guardaban en sacos y y luego salían a venderlos en carretas de madera de tres ruedas por los diferentes barrios de la ciudad. Para que no se escaparan, cubrían el vehículo con una lámina de zinc.
En esos tiempos las amas de casa y las cocineras que trabajaban con las familias, eran expertas en cocinar los cangrejos en agua caliente dentro de las latas en que se envasaba el aceite vegetal 'La Suprema'. Luego se le quitaban las 'muelas' y las patas, para finalmente abrir el caparazón por la mitad y separar el 'pecho', ya que la parte abultada azul se botaba. Dentro del caparazón se encontraban las vísceras del cangrejo que eran desechadas, y en las hembras que no habían desovado se buscaban las 'hueveras' y los depósitos de grasa, que eran muy apetecidas.
Si bien en los restaurantes de lujo se hace la apología de las 'muelas de cangrejo', el cartagenero tradicional es amante del 'arroz de cangrejo', que se consume acompañado de casabe. En boca de las expertas, el éxito está en separar bien las piezas del cangrejo, para evitar que se contamine el sabor, y en usar la leche del coco para que quede mejor el arroz.
De igual forma, había quienes se dedicaban a sacar la carne de las 'muelas' y de las patas, y así de esta manera era más fácil de comer. Mientras que a otros les gustaba que echaran todo al caldero para después quebrar por su cuenta en la mesa las 'muelas' y patas, las cuales se 'chupaban' con deleite.
Ahora bien, quienes no tenían oportunidad de hacerlo en sus casas, iban por las noches a 'La Cueva', el restaurante popular a cielo abierto que se instalaba en la calle adyacente al desaparecido mercado público de El Arsenal, la que hoy lleva a la entrada del Centro de Convenciones.
Cuando este comedero despareció y el mercado fue trasladado a Bazurto, allá se hizo famosa Socorro como la mejor cocinera de 'arroz de cangrejo' de Cartagena.