Cámara de foto de cajón o de agüita. |
LAS FOTOS DE CAJÓN
Por: Carlos Crismatt Mouthon
En la Cartagena de mitad del siglo XX, antes que se popularizaran las cámaras de fotografía instantánea, había que acudir a los estudios fotográficos, entre los que destacaban Foto Delgado de Henrique Delgado Frette y Foto Hollywood de Manuel Delgado Hernández.
Para todos era casi un acto de magia que el fotógrafo hacía en nuestras propias barbas, y con manos de prestidigitador dentro de la caja con su embudo de tela negra al poco tiempo veíamos como aparecía la foto. Porque las cámaras de cajón eran todo en uno, incluido el proceso de revelado y positivado.
La técnica era hacer una primera toma que salía en negativo pero en papel, para después montarla en una extensión de madera y tomarle una foto a este negativo, que después mostraba la imagen real en positivo.
Para este proceso utilizaban dos bandejas que estaban guardadas dentro de la caja, una para el revelado y otra para el fijado, y al final le hacían el lavado en un balde agua que tenían al pie de la cámara. Por eso también le decían foto de agüita.