Por: Carlos Crismatt Mouthon
El nombre
de "Chambacú" está vinculado en la memoria colectiva de las últimas
generaciones con la comunidad del mismo nombre, erradicada en 1971; y que fue
el telón de fondo de la novela de Manuel Zapata Olivella titulada
"Chambacú, corral de negros".
Pero pocos
recuerdan que ese terreno donde habitó fue primero un islote propiedad de
Soledad Román, la esposa del cuatro veces presidente Rafael Nuñez Moledo, y
conocido como la "isla de Elba".
En la tesis
de grado "Formas de trabajo en un zona de tugurios en Cartagena de Indias:
el caso de Chambacú, Siglo XX, 1960 – 1971", presentada por Edwin
Rafael Nieto Olivo para optar por el título de Historiador, se afirma lo
siguiente:
«Se dice
que a finales del siglo XIX, los terrenos de la isla de Elba, eran propiedad de
Doña Soledad Román de Núñez, quien se los regaló a su cochero de apellido
Rivera, el cual vivió por varios años en la isla. También hay versiones acerca
de la existencia de otros dueños; entre ellos una familia de apellido Saladen,
a quienes Rivera les vendió algunos lotes. Es de esta manera como inicia la
vida en una zona cenagosa en la Isla del Elba que posteriormente paso a
llamarse Chambacú».
Igualmente,
el número de habitantes de la "isla de Elba" tuvo un gran crecimiento
con la llegada de obreros de la región para el tendido de los rieles y obras
complementarias para la puesta en marcha del tren Cartagena - Calamar, que se
inició en 1889 y finalizó en 1894 cuando este se puso en fucionamiento.
Los
terrenos cenagosos del islote fueron rellenados con materiales diversos para
poder albergar a la cada vez mayor cantidad de personas, entre ellas pescadores
negros de las islas vecinas, que requerían de alojamiento barato al pie de la
ciudad amurallada, hasta constituirse en un populoso barrio tugurial que en
fecha imprecisa tomó el legendario nombre de "Chambacú".
- ¿DE DÓNDE
VINO EL NOMBRE DE "CHAMBACÚ" QUE SE LE PUSO A LA "ISLA DE
ELBA"?
La
respuesta más cercana se encuentra en el libro "Nomenclator
Cartagenero", del historiador Donaldo Bossa Herazo, en donde nos informa
que primero hubo un sector del arrabal de Getsemaní que llevó ese nombre.
En efecto,
al referirse a la calle del Concolón dice lo siguiente:
«Se
explicará también que el barrio de Getsemaní estuvo dividido en dos zonas
antagónicas y rivales, que eran Chambacú y El Pozo. La frontera era la calle de
la Media Luna. El enfrentamiento de Chambacú y El Pozo tuvo origen político;
Chambacú era conservador y El Pozo liberal. Menos mal que la pugna no pasaba de
emular sus habitantes en los tradicionales fandangos de la Pascua de Navidad,
con una que otra copla alusiva, y a ratos perdidos unos cuantos descalabrados.
Chambacú componte,
mira qué porrazo;
las calles del Pozo,
vestidas de raso!»
Anoto de mi
parte que este sector urbano de Getsemaní conocido como "Chambacú"
estuvo comprendido entre la calle de la Media Luna y la Avenida Daniel
Lemaitre, y entre el Parque del Centenario y la Avenida Luis C. López.
Pero si
buscamos más atrás, encontramos un relato del comerciante bogotano Nicolás
Tanco, que está en el libro "Cartagena vista por los viajeros. Siglos
XVIII - XX", que nos dice:
«Una mañana
hallábame profundamente dormido; mi imaginacion vagaba por mil lugares, y
estaba absorto en un pesadísimo sueño; cuando de repente la música y la
algazara que habia en la calle vinieron a despertarme. Salté al punto de mi
cama, y salí al balcón para ver lo que pasaba. La calle estaba llena de gente,
la mayor parte del pueblo, y el espectáculo era curiosísimo: unos cuantos
negros tocaban diversos instrumentos, otros batían grandes banderas, otros
llevaban figurines clavados en la punta de palos. Quienes cantaban y bailaban;
quienes gritaban y danzaban. Las negras reian y palmoteaban, y los muchachos,
que son el alma de estas diversiones, seguian detras sirviendo de comparsa.
Sorprendido
y alarmado, no sabia lo que signiicaba esta funcion; cuando algunos gritos
salidos de en medio de los actores vinieron á sacarme de dudas, y a
manifestarme lo que era. Estábamos en el mes de diciembre: era la época de
fandangos, y yo presenciaba uno de ellos.
Poco
despues fuí informado que era el fandango de Chambacú, y que el otro fandango
del Pozo, en el cual figuraba todo lo más escogido de Cartagena, no podia salir
ese año. Preguntando la razón, se me dijo que era porque componiéndose de todas
las personas decentes, era naturalmente conservador, y que en esta época de
libertad solo podía salir el rojo. Esta animosidad de los partidos no me causó
ninguna sorpresa; pero confieso que no dejó de indicarme el triste estado a que
habia llegado el país».
Aquí debo
resaltar una contradicción entre el historiador Donaldo Bossa y el comerciante
Nicolás Tanco, ya que mientras el primero apunta que Chambacú era conservador y
El Pozo liberal, el segundo asevera que el Pozo era el conservador.
- ¿"CHAMBACÚ"
ES PALABRA DE ORIGEN AFRICANO?
Para tratar
de encontrar una respuesta, debemos acudir nuevamente al "Nomenclator
Cartagenero" de Donaldo Bossa Herazo, quien se expresa en los siguientes
términos:
«No creemos
que Chambacú tenga origen africano. La regla general es que los topónimos son
indígenas, aunque fonéticamente éste posea una apariencia negra.
En el mismo
error incurrió Oviedo al pensar que Zamba fuera "nombre de negro de
Guinea" (III, 151), hipótesis a la cual tuvo que recurrir al considerar a
Zamba
como una
denominación impuesta por los españoles, pero ajena a la fonética de esta
lengua.
Antonio
Ybot León en su obra "La arteria histórica del Nuevo Reino de
Granada", Bogotá, 1952, pág. 424, menciona un pueblo de indios en la
jurisdicción de Mompós llamado Chambocu.»
Para
finalizar sobre el topónimo "Chambacú", debo anotar que el sistema
defensivo del canal de Bocachica estuvo conformado por las baterías de
Santiago, San Felipe y "Chamba".
Cartagena
de Indias, julio 24 de 2024.
© Carlos Crismatt Mouthon